Ko: la enseñanza de
Do: el camino a seguir.
Kan: la casa o el establecimiento.
Kodokan significa literalmente «la casa donde se enseña el camino a seguir”.
Kodokan, el palacio de la nobleza deportiva del judo. La institución goza de una tremenda virtud e influencia, apoyada en los argumentos originales de Jigoro Kano Shihan.
Los profesores “senseis” desarrollan los objetivos originales vestidos de blanco, regalando a cada alumno todo lo que ellos han aprendido hasta el momento. Lucen esplendorosa técnica entrenan con cualquier participante, adulto o infantil, que busca en su práctica el desarrollo personal y paz interior.
Los maestros valoran enormemente, el estilo y personalidad propia de cada participante. La competición se trabaja, pero no es el centro de la diana.
Cada día ceden su conocimiento y ayudan a crecer a todos aquellos que, desde otros países, viajan a conquistar el sueño de visitar en Kodokan. El Instituto, también, hace un trabajo entregado a las relaciones internacionales, para crear una familia grande y robusta en el mundo.
Está considerado a nivel mundial como el “Corazón del judo”. Es un referente desde su origen y mantiene la responsabilidad de custodiar el desarrollo, y mantenimiento, de la génesis del judo, gracias a su sabiduria en adaptar su senda “camino a la flexibilidad» al estudio y difusión del método físico y mental, tambien en su trayectoria deportiva, a favor de la evolución natural.
Ayer recordaron y celebraron un gran día, el homenaje a Jigoro Kano. Siento no poder asistir pero la información compartida es de gran utilidad.
Os dejo un recuerdo de mi paseo por su instalación de este verano.
– El sonido del reloj que cuelga en la pared de la zona publica de su residencia, la canción interpretada por Frank Sinatra en el MSG de su éxito incluido en su álbum TOP 5 «My way» lanzado en marzo de 1969.
– Y la imagen del Maestro que nos recibe a la llegada al Instituto kodokan, en Kasuga.