Deseo hacerles partícipes de mi agradecimiento sobre la tesis doctoral que cubre mis dos pasiones: el judo y la comunicación. Este estudio lo considero como una oportunidad más que como un mérito, tomado como un desarrollo personal para aprovechar mi dedicación al judo como atleta, maestra y periodista.
“Antes de nada, quiero aclarar lo que sospecho que interesa al auditorio sobre cómo fue mi llegada al judo, y les dire que por casualidad porque nadie de mi familia o entorno tenian que ver con esta actividad, pero siempre respetaron lo que quise SER Y HACER, sin condicionar en ningún momento mis decisiones para elegir el judo como deporte escolar, aunque fuera la única niña de la clase. Tampoco me impidieron mi entrega a la competición de forma total y absoluta, que despues de este estudio comprendo porque me sentí en aquellos años como una niña rara”.
Mi trayectoria personal condiciona la manera de afrontar esta tesis, por lo vivido y experimentado que me ha servido para relacionar toda aquella información encontrada con una mirada trasversal y multidisciplinar que sobre todo me ha servido para resolver todas las incógnitas que me acuciaban sobre esta actividad deportiva dedicada con voluntad y amor.
Especialmente, agradecer, a mis dos maestros de referencia que asistieron a al acto, escuchando con atención y entusiasmo una investigación causada desde sus principios, porque debe emocionar cuando el objetivo docente germina y se extiende sobre un alumno.
Mi maestro YOUNG LEE, 9º Dan, que es mi gran referente en el judo, un hombre que viajo desde su país de origen para trasmitir el judo en España. Pionero y maestro de maestros, profesor titular en el INEF de Madrid, ha sabido trasmitir la técnica del judo con la formación académica, recordando, con pico y pala, la suavidad, belleza y fuerza que debiera mantener el buen judoka. Además de todo esto, coincide que fue el primer seleccionador español femenino realizó el primer viaje oficial de mujeres al 1º Campeonato Internacional femenino que se celebró en Génova (Italia) en 1974.
Y mi profesor el Doctor ANTONIO ALCOBA, ejemplo del periodismo profesional, comunicador deportivo por vocación, periodista de calle con el diario deportivo español AS, fotógrafo curioso, profesor titular en la facultad de ciencias de la información de la UCM y escritor imparable, no hay nadie que cuente con tantos libros sobre periodismo deportivo con esa precisión y protesta. Amante de la actividad física en los medios de comunicación, ha defendido, a capa y espada, los derechos de mantener el deporte como un valor personal.
Agradecer a mi director de tesis JOAQUIN SOTELO y a los doctores que formaron parte del tribunal, grandes profesionales, que reconocieron mi esfuerzo y me regalaron sus consejos para mejorar y ampliar este trayecto: CRISTINA LOPEZ DE SUBIJANA, ILDEFONSO SORIANO, JOSÉ MANUEL GARCÍA, VICTORINO LÓPEZ IGLESIAS, FRANCISCO CABEZUELO.
Y por supuesto agradecer a mi familia, y amigos, especialmente a mi madre, mis hermanos marido y mis hijas, y a mis amigas CARME GONZÁLEZ, ESTHER MARTÍNEZ BIANCHI, MARTA DONADO y BEATRIZ MARTÍN, por entender este camino y acompañarme hasta el final, que conociéndome … saben que no es un final sino un nuevo principio.
¡Gracias!!! Os quiero.