«NOS LO GANAMOS A PULSO»

 Los cambios son difíciles y sólo la pasión logra romper las barreras. De una gran dosis de pasión se roció Rusty Kanokogi para lanzar a la mujer judoka hasta lo más alto. Ella hizo posible la nueva denominación de “Campeona del Mundo”. Para ella no tenía sentido esperar más tiempo, veinticuatro años eran suficiente, desde el primero masculino en Japón en el año 1956, y con esa voluntad, se origina este torneo.

El pasado fin de semana se celebró un encuentro online organizado por la IJF y bajo la dirección de Lisa Allan, que resultó un aire fresco para este maldito tiempo de coronavirus carcelario, que nos quita tanto. En este caso nos regalo la fantástica posibilidad de escuchar las vivencias de algunas competidoras del primer mundial celebrado en Nueva York en el año 1980.

Por fin, pusimos cara a esas pioneras que se lanzaron a luchar en el Madison Square Garden saltando los estereotipos sociales, y olvidando las etiquetas negativas que podrían recaer sobre ellas. Ahora la oportunidad digital las hizo cómplices, amigas, líderes que coinciden en la dificultad de sus caminos, y no reparan en contar sus bonitas historias para inspirar a las niñas, y abrazar a las judokas veteranas que sentimos sensaciones parecidas.

En esta ocasión no se destacó los números de medallas, el plato principal fueron las experiencias. El protocolo obligaba a explicar en inglés, y así fue, pero las emociones salen en la lengua materna, motivo que hubo algunos cambios de idioma cuando brotaron los sentimientos. No importó, porque la fuerza estaba en sus miradas. Aquellas prácticas trastocaron la historia y ahora era el momento de gritar en grupo para trasmitir su especial fuerza interior, una maestra señaló: “ If you want, you can do it”.

Nos contaron que sus comienzos en el judo fueron de la mano de entrenadores masculinos y nada facil. Tampoco se entendió eso de compaginar el ser mujer y querer ganar en un deporte, ni la dedicación a una actividad poco productiva que musculaba tu cuerpo, algo inapropiado en el género femenino. Rusty organizó el mundial, y ellas se ganaron su participación “a pulso”de esta manera lo definió la belga Ingrid Berghmans señalando que ser la mejor en el jardín cuadrado de Nueva York conllevaba un duro trabajo personal. Ella lo ganó todo, su categoría y el open, con un estilo especial de UCHI MATA que hasta el momento no se enseñaba a las mujeres, por el pensamiento inquisidor de que no tenían la capacidad de maniobrar una técnica de tanta dificultad. La campeona confesó que la había entrenado muchísimo para lograr su efectividad, y allí la bordó. Personalmente pasé muchos entrenamientos soñando con repetir su saber estar en el tatami, para mí, Berghmans fue una inspiración, y gracias a ella pude admirar a un modelo femenino donde me veía más identificada que los masculinos que teníamos hasta ese momento. Así, el domingo cuando la vi en la pantalla de mi ordenador y escuché su exposición, una alegría acarició mi alma juvenil.

Lo más nombrado fue la lucha que llevan arrastrando para demostrar sus capacidades. En esta lucha no se pintó el feminismo, simplemente se quiso demostrar que la constancia y el trabajo son las claves hacerse valer como mujer en un deporte expuesto como la mejor fórmula masculina. Estas declaraciones llegan de mujeres judokas que han caminado por un terreno que no estaba pavimentado, y que fueron capaces de dar el primer paso para lograr lo que se disfruta ahora.

Y a raíz de esto, desde mi condición de investigadora, es un gozo reconocer que los testimonios personales coinciden con las notas y datos rescatados de la información documental.

Las ponentes emocionaron al auditorio digital, los mensajes fueron la muestra. Y, por poner un pero, me faltó la exposición asiática, y como española, la de mis admiradas compañeras: Lucía Mañes, Sacramento Moyano, Inés Kasper, Pilar Otegi, Delia Blanco, Menchu Gutiérrez y María Luisa Iglesias, puesto que su experiencia rozan mi trayectoria deportiva. Una mención especial a Jean, la hija de Rusty. Ella me había confesado por mensaje esa misma mañana que estaba nerviosa, y así se mostraba en cámara, con un nudo en la garganta. ¡No me extraña! para ella eran demasiados recuerdos mezclados con la pena de no poder compartir la gloria con su mamá. La hija apoyada por su padre extendía el resplandor de su madre y cumplía su promesa… y eso, no me digan ustedes que no es… mágico.

Y termino con un fragmento que allí se dijo, esperando que les haga pensar: ¿qué cambiarias de aquella experiencia? “cambiaría mi confianza, hubiera querido pensar que realmente era buena, ahora me doy cuenta de eso”.

Rusty dijo “Get up and fight” Y con ello me quedo con la moraleja aprendida, luchen trabajen duro para conseguir sus propósitos, porque con mayor dificultad nace más fuerza. Gracias a todas.

TEXTO:©️Almudena López 

Invitados del Sábado: Jean Kanokogi Jane Bridge GBR 48 kg Mary Lewis USA 48 kg Monica Guadagnini ARG 61 kg Xiomara Orozco VEN 61 kg Anita Staps NED 61 kg Dawn Netherwood GBR 66 kg Margherita De Cal ITA +72 kg Edith Simon AUT 66 kg. Domingo. Jean Kanokogi Loretta Doyle GBR 56 kg Karen Krüger GER 66 kg Kerrye Daniels AUS 72 kg Jocelyn Triadou FRA 72 kg Cristina Fiorentini ITA 72 kg Ingrid Berghmans BEL +72 kg and open Marjolein Van Unen NED +72 kg and open

https://www.youtube.com/watch?v=4CASlxsHdMY

https://www.youtube.com/watch?v=LOOBsHhRtys

 

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