Una vez leí, si quieres ser feliz, procura felicidad a otros, y en esa línea diría, si quieres cambiar algo, primero cambia tú.
La senda hacia el judo pleno, no se entiende de cualquier manera, lo vivido debiera enseñar a mirar a los aciertos, tanto como a los errores, y a no ser víctima de la situación sino a ser discípulo de ella.
El judo es un deporte complejo que abre la posibilidad de aprender constantemente, sabiendo que si mejoras, mejora tu entorno, y esa capacidad posibilita cambios pujantes.
La maestría es importante porque enseña a amar lo que guía, y eso, se convierte en algo emocionante, sobre todo cuando pasa el tiempo y se consigue otra perspectiva. También, cuando lo sembrado se amplia y mejora, y entonces, los maestros y maestras se convierten en autores de fragmentos de muchas historias.
Y en este sentido quiero agradecer a mi maestro Lee, maestro de maestros, por su apoyo a corazón abierto, al congreso “Maestras de Judo” con su imagen y marca personal. Por la mañana, vestido con su mejor gala, dando la importancia que merecía el acto, y que otros no dieron, escuchando y reconociendo a las presentes. Y por la tarde, por vestir su judogi reluciente, sabiendo colocarse en un segundo plano, mientras ajustábamos el sentido y dirección técnica del «O GOSHI» y el «UCHI MATA» con impulsos y sin imposiciones.
Estos detalles logran multiplicar y dar sentido al esfuerzo, su ejemplo como 9º dan, señala la emoción que la ocasión merecía. el maestro vivió el momento, disfrutó y demostró una admiración inocente como un niño, yendo detrás de sus antiguas alumnas para que les firmáramos una camiseta, y nos hiciéramos una foto a su lado.
Y con ello, se destaca que el verdadero maestro es el que a veces baja su nota de voz, para elevar a sus frutos, adaptándose al espacio y a los tiempos.
Su presencia a este evento de categoría incierta, le honra e ilustra. Por acompañar a sus alumnas y mostrar respeto a sus compañeras de lucha, las merecidas homenajeadas, para no sólo ajustar errores, sino como una forma más de reconocer que los tiempos requieren abrir espacios distintos.
GRACIAS, maestro Lee Young por ser uno de mis referentes, por enseñarme tanto judo bonito y por apoyarnos a todas las maestras en este evento, que devuelve el agradecimiento tantas veces olvidado.
Texto: 📝®️Almudena López
Foto:📸®️Gonzalo Pérez