7 CHICAS AL MUNDIAL DE JUDO

DIARIO MARCA 22 NOVIEMBRE DE 1980.

Las tertulias reúnen a personas para conversar sobre algún tema que interesa, esta vez surgió tras un envite entre dos amigas judokas que, después del evento organizado por la Federación Internacional de Judo (IJF) conmemorando el 40 aniversario del Primer Mundial Femenino celebrado en Nueva York en 1980, desearon conocer las experiencias particulares de las españolas para continuar con las emociones despertadas.

La festividad del martes pasado permitió una tertulia online de dos horas de conversación sacudiendo la nostalgia juvenil con la sencillez y el placer de reunión. No estuvieron las 7 chicas del mundial, faltó Inés Kaspers, no se dio con ella, a pesar del esfuerzo realizado. Fue un homenaje humilde sin dar ni un dan, ni una dádiva, soló el agradecimiento de las compañeras, unas que batallaron a su vera, y otras que recogieron aquel judo sembrado en esa etapa.

El reencuentro se festejó sin el calor enérgico de los abrazos, en esta ocasión, el contacto lo hizo posible el ancho espacio de la fibra que facilitó la dulce cruzada con un “collage de imágenes” en la pantalla, saciando la curiosidad de poner rostro a las pioneras.

El homenaje no fue más que una oportunidad de conocer y explicar la historia, sin distingos, ni reparos, solamente una resplandeciente evocación de las huellas de aquel momento. La tertulia contó con una audiencia de ilustres judokas que mostraron interés y respeto por la aventura que tocaba evocar. Se habló, se escuchó y se aprendió. Los silencios fueron tan significativos como las palabras porque ambos describieron las emociones nómadas de los primeros aires del judo hispánico femenino.

Bellas, fuertes y de alma flexible así aparecieron. No importó la hora ni las adversidades tecnológicas, porque la circunstancia explicó el célebre torneo en primera persona. Resultó una brisa fresca, por la libertad que tuvieron las participantes para intervenir al gusto, compartiendo con generosidad sus recuerdos de vida inocente, intercalados entre las presentes interpretaciones sabias fruto de sus experiencias.

Sus compañeras más jóvenes definieron su participación como un hecho histórico, al contrario que las protagonistas, que no dieron importancia al hecho “éramos judokas, gozábamos entrenando, aprovechábamos todas las posibilidades para realizar encuentros internacionales, porque antes no había tantos. A veces recorrimos cientos de kilómetros en coche aunque sólo hiciéramos un combate” así lo señalaron. Todas coincidieron que el mundial de Nueva York fue una ocasión especial, les dieron ropa deportiva y viajaron en avión (aunque no se alojaron en el hotel oficial, no llegó el presupuesto).

En los ochenta las mujeres despertaban en todos los campos profesionales venciendo los obstáculos sociales, y esto fue un paso más a favor del deporte femenino, aunque ellas no fueron conscientes “sólo hicimos lo que quisimos hacer” no buscaban nada a cambio “ni antes ni ahora esperábamos ser reconocidas”. Describieron aquello como una experiencia pura, sin pensar en las limitaciones del momento. Es así como el tiempo borra las tildes mal puestas y las convierte en experiencias de cambio.

Aclararon “éramos muy libres, no debíamos nada a nadie… nos sentíamos una piña, mirábamos siempre por el bien del equipo nacional, aunque la competición fuese individual, pensamos siempre en las compañeras que venían por detrás”. De las seis, unas siguen viviendo por y para el judo, y otras recogen su trayectoria deportiva como algo que influyó en el pasadizo hacia la edad adulta.

Hoy, no hay tatami sin chicas, ni noticia sin buenos resultados femeninos, pero antes no fue así. Conocer la historia nos permite respetar las que fueron sus protagonistas, ya que el pasado inicia el presente, y su ajuste, será positivo para el futuro.

La IJF homenajeó el 40 aniversario, y esta vez no podían volver a pasar desapercibidas, pero… nada, hay cosas que no cambian, al igual que hay quien se empeña en la posibilidad de hacerlo. Así alumbró el encuentro, con el simple motivo de destacar lo que otros no ven. No fue más que una oportunidad de para explicar, no se daba ni un dan, ni una dádiva, simplemente un agradecimiento nacido de sus compañeras.

La tertulia dio momentos muy bonitos y humildemente, cumplió el propósito de homenajear a las primeras mundialistas españolas contando el “érase una vez” de aquellas que  “LAS ALAS LES NACEN CUANDO SE PONEN EL JUDOGI”.

 ¡Gracias!!!! A todos los asistentes grandes judokas.

Especialmente a: María Luisa Iglesias,

 Sacramento Moyano,

 Lucía Mañes,

 Delia Blanco,

 Pilar Otegi,

 Menchu Gutiérrez…

 …por vuestra dedicación y entrega, espero que la discreción que se os otorga no encoja vuestro valor y esos enormes corazones marcados por el judo.

TEXTO: Almudena López

Moderadoras y promotoras de la tertulia online: Almudena López y Beatriz Martín. #judobywoman #mujerydeporte #judo #judoka #40añosdelmundialdejudo

DIARIO MARCA 5 DICIEMBRE DE 1980.

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