Durante décadas, el judo se entendía en masculino. Pero las mujeres fueron poco a poco ganando sus derechos. La ideología minaba la actividad deportiva femenina, una mujer luchadora desentonaba con la imagen femenina, pero hoy en día no está claro que se haya normalizado esta actividad, hay otros deportes más adecuados para dirigir a la mujer. La ignorancia periodística unida a la ausencia y confusión de información desde el nicho ha desarrollado una imagen errónea del judo.
Se trata de demostrar en qué punto se encuentra el judo femenino, aceptado en la competición, pero sumergido entre dos aguas la del reconocimiento olímpico y la aceptación social. No nos engañemos, todavía siguen revisándome de arriba abajo, cuando en el colegio de mis hijas admito que me dedico a dar clases de judo, lo que he hecho toda mi vida profesional.
La frase “cualquiera se mete contigo” ha sido recurrente por la ingenuidad sobre deporte, y es que sólo con cierta flexibilidad mental se puede entender que el judo además de formar a las niñas en mujeres valerosas de gran bizarría, las dota de una capacidad personal para ceder ante la fuerza arrojada y convertirla en impulso.
En fin, espero dejarlo todo claro en esa media centena de páginas de mi tesis sobre “El tratamiento del judo femenino en la prensa española(1972-2012)” ya queda menos…
Fotografía realizada bajo el agua por Gonzalo Pérez.