Entrando en la escuela, un niño se acercó a preguntar:
—¿Cuándo empieza el judo?
—El judo comienza cuando preguntas en casa si ¿hoy toca judo?
Cuando corres a preparar tu bolsa e imaginas quién estará en clase, compartiendo ese momento.
Cuando recuerdas que debes llevar el judogi completo y limpio.
Cuando esperas en el patio atento a que suene la campana para salir corriendo al vestuario a cambiarte.
Cuando te vistes y te atas el cinturón, tal y como aprendiste en las clases pasadas.
Cuando saludas en la puerta de la sala y te diriges a darle los buenos días a tu maestra.
Cuando sonríes y corres a tu sitio para saludar junto a tus compañeros, y después compartes aprendizajes.
Cuando en cada clase arranca tu curiosidad y sacas lo mejor de ti, mientras ejercitas el cuerpo, el corazón y la mente para darlo todo.
Cuando pasas por distintas etapas y, poco a poco, comprendes que el judo empieza y no termina; siempre te acompaña.
Haces tu mejor judo cuando no tienes ganas y, aun así, entrenas. Y sigues entrenando, aunque tengas pereza o tristeza.
El judo es una aventura de principio a fin. Y vuelta a empezar.
—Gracias, profe.
✍️Almudena López
FOTO: Gonzalo Pérez