La entrada del sol privameral agitaba la clase de Judo. Los corazones revoloteaban por la sala, y entre tanto movimiento reinaba las ganas de abrazarse y luchar.
El deseo de conquista desestabilizaba el equilibrio, en ese pasatiempo infantil, de ataques y respuestas, comprometiendo la temible pérdida de la armonía.
Entonces, la profesora recordó que tenían que mejorar la técnica O SOTO GARI, resuelta sin el desequilibrio del oportuno instante .
– Atención, es el momento de aprender el KUZUSHI.
Un relámpago de silencio paralizó la primavera, y el más atrevido de los alumnos voceo:
– ¡Yo, no necesito nada más, soy el más fuerte!
La maestra ensalzo el poderío de los judokas, a la vez que señaló:
– El Judo nos enseña que no siempre el más fuerte es superior. El manejo del equilibrio puede vencer a la fuerza.
La pandilla de judokas volvió a sonreír y el sol extendió su luz por la sala. Todos aguzaron los oídos, querían conocer el secreto de aquello que podía manejar la desmañada forma de enfrentarse a los forzudos.
Entonces, la maestra agarró el «judogi» de uno de los estudiante y empujo y tiró, para mostrar el KUZUSHI. Se desplazó y giró en derredor del alumno, sobre las ocho direcciones dispuestas como una estrella, para lucir la mayor eficiencia con el menor esfuerzo.
¡Qué oportunidad de juego! – Dictó la docente.
-Imaginar y crear, junto al movimiento, es cardinal para preservar el equilibrio personal.
Un judoka desequilibrado es un judoka perdido.
La lección sobre el manejo del KUZUSHI evidencia el gusto de la sencillez para lograr la victoria, sobre el trazado del control sutil de la técnica y su movimiento.
El Judo es un arte en sí mismo. Un arte fascinante que despierta talento dentro y fuera del «tatami».
TEXTO:©️Almudena López.
FOTO:©️ Gonzalo Pérez.
*O SOTO GARI- Técnica de pierna que indica un gran enganche exterior. KUZUSHI – Desequilibrio que se realiza antes de construir una técnica. JUDOGI- Ropa deportiva del judoka.TATAMI – Suelo acolchado donde se realiza el ejercicio.
