Detrás de un propósito, siempre hay uno, o varios retos, o desafíos. En este caso el reto era lograr el encuentro con estas mujeres para rescatar algo de tanto olvidado. Y como desafío, crear un espacio donde devolver, en forma de reconocimiento, sus esfuerzos y empeños para superar las primeras dificultades de entonces.
El Congreso “MAESTRAS DE JUDO” no es un simple encuentro formativo…es un alzar la voz, es mostrar los sentimientos que reinaron en el pasado de estas pioneras, sus antiguas experiencias, los aprietos y trabas que superaron, los beneficios que se llevaron, y cómo su saber estar, contribuyó a impulsar el camino hacia donde está ahora el judo.
La aceptación a la competición femenina fue tardía y limitante, y aunque en ese campo hemos avanzado, la inercia sigue ingrávida ante la notoriedad femenina.
Esta iniciativa sólo quiere hacer camino, desde el respeto al pasado y la esperanza al futuro, sin dejar de poner en valor, aquellas experiencias y conocimientos enterrados, que sirven de mucho para contribuir en el crecimiento del judo.
Y al compartir, observamos que ellas no necesitan contar, al contrario, es la comunidad la que necesita escuchar, porque ellas llevan dentro sus riquezas, con gallardía, sutileza, profesionalidad y mucho orgullo.
Por tanto, ya es hora de equilibrar las acciones soberbias, demasiado tiempo sin escuchar, demasiada camaradería con desatinadas confrontaciones y sobrantes hegemonías.
Es el momento de sacar nuestras mejores galanuras, para construir desde distintas perspectivas hacia un judo pleno.
Y dirán ¿por qué digo esto?
En los análisis científicos sólidos son más sonoros los silencios y las ausencias, que las presencias, y teniendo en cuenta que en España tenemos 943 clubes, cada uno con su correspondiente maestro entrenador nacional colegiado, los datos hablan y muestran que falta mucho aún, para superar esta situación sostenida de ignorar las buenas iniciativas en nuevos tonos.
¿Han visto referencias en las RRSS desde los portales oficiales de nuestro deporte ?
Y como no se pueden poner puertas al campo, nació una energía resultante de la unión de tantas “fieras”, que vuelven a colocar otra semilla, esperando el fruto, mientras lanzaron un flujo de actitud auténtica, que inspiró a todos los presentes al acto.
TEXTO
Almudena López
Almudena LópezFOTOS 
Gonzalo Pérez Mata
Gonzalo Pérez Mata
